Sábado 13 de Julio de 2024 - 125€/Persona
Josep Pla escribió que "la única cocina que vale la pena conservar es nuestra vieja cocina familiar". Por este motivo, por segundo año consecutivo, el Hotel Alga 4* de Calella de Palafrugell, propiedad de la familia Nicolazzi, será el escenario de una emotiva y suculenta Cena-Tributo a la Cocina Tradicional Catalana. En esta ocasión, los homenajeados serán los hermanos Josep y Jaume Font, del mítico hotel Sa Punta, de Pals, y Benvi Aligué, del desaparecido restaurante Aligué, de Manresa.
La Cena-Tributo, que celebrará el 13 de julio la segunda edición -la primera se dedicó al chef catalano-alsaciano Jean Louis Neichel-, pretende rendir homenaje a las raíces de la cocina catalana, y poner en valor el papel de aquellas figuras y aquellos profesionales que durante años también marcaron el camino siendo “auténticos referentes gastronómicos”, en palabras de Pere Malagelada, chef ejecutivo del restaurante El Càntir, del Hotel Alga 4*.
Así pues, la música de las olas del mar Mediterráneo y los aromas a playa y a bosque de Calella de Palafrugell volverán a ser la ambientación perfecta para esta cena en la que se reconocerá la trayectoria de tres figuras que marcaron la cocina catalana ampurdanesa y del centro de Barcelona en los años 80 y principios de los 90: los hermanos Font y Benvi Aligué.
Y para hacerlo posible, los jardines del Hotel Alga 4* albergarán a los comensales que quieran rememorar los sabores de algunos de los platos míticos de los homenajeados.
Elaboraciones como el Cóctel de gambas de Palamós, que el chef Pere Malagelada reinterpretará al estilo 3.0. Le seguirá un "Suquet de lluerna" al estilo del Empordà, en clara referencia a la cocina que los hermanos Font ofrecían en Sa Punta; mientras que el principal será un "Espatlla de xai lletó de “Ramats de Foc” de l'Albera al forn amb peres i puré de coliflor i formatge Tou de Til·lers", un plato representativo de la cocina de Benvi Aligué. La guinda del menú les pondrán un postre muy emblemático: "Taps de Cadaqués flamejats" estilo Sa Punta, que el propio Jaume Font acabará en la mesa, como se hacía hace más de cuatro décadas. Un menú maridado con vinos de la DO Empordà de la Bodega Arché Pagès, Viñas de los Aspres y Bodega Hugas de Batlle, de Colera. También se podrán degustar cavas de AT Roca y aguas de Vichy Catalan.
Según Malagelada, la idea es “rendir cada año un homenaje a profesionales que marcaron una época y que fueron auténticos precursores de una generación que más tarde fue estelar, como los Adrià o los Roca. Porque debemos recordar que antes de todos estos grandes chefs, todo el mundo se fijaba en estos maestros auténticos de la cocina del territorio”.
Hace un año que los hermanos Jaume y Josep Font se retiraron de la primera línea, después de casi cinco décadas al frente del mítico Sa Punta de Pals, que abrió sus puertas el 1976. Con Jaume en la cocina y Josep en la sala, Sa Punta se erigió como un tótem de los grandes restaurantes del país, gracias a ofrecer una cocina sincera con el territorio, en el que la temporada y el mercado marcaban las pautas de los platos, con cocciones controladas, perfectas ejecuciones y un servicio que desafortunadamente se encontraba en pocos restaurantes.
Para hacer frente a la creatividad que por aquellos años ya robaba primeras páginas, Jaume Font se aferraba al producto de calidad bien tratado, con una cocina de raíces clásicas, con platos sabrosos en los que el buen gusto era la marca de la casa y , sobre todo, culminado con un servicio a sala exclusivo, a cargo de Josep Font, uno de los grandes jefes de sala del país. El restaurante, que lució estrella Michelin durante años, fue comprado, junto al hotel, por Pascal Billard (director del Majestic).
Por su parte, el Restaurant Aligué abrió sus puertas en 1957 en Manresa, y las cerró definitivamente con el inicio de la pandemia del coronavirus, el 13 de marzo de 2020. Durante este período, sin embargo, el restaurante se posicionó como uno de los imprescindibles de la Catalunya central, especialmente a partir de 1982, cuando los hermanos Aligué, Agustí y Benvingut (Benvi), tomaron el relevo en la gestión familiar del negocio.
En el Aligué, considerado el mejor restaurante catalán en 2012, los comensales disfrutaban de la cocina de Benvi, con claras raíces en la cocina catalana de Ignasi Domènech y algunas influencias francesas, italianas y del País Vasco, donde Benvingut realizó varias estancias. Durante muchos años, el establecimiento fue considerado un "templo de la cocina de trufa", aunque cada uno de los ingredientes que utilizaba Benvi conseguían brillar de forma espectacular. Productos de proximidad que provenían, en gran medida, de los terrenos familiares.